Reporte de Lectura
Ludwig Alain Zaragoza Álvarez
Integración Económica: Uniones Aduaneras y Zonas de Libre Comercio
Dominick Salvatore




Eliminar barreras para unir al mundo en un mercado único en donde los principios apremiantes son los de la competitividad, eficiencia, calidad, productividad, y pragmatismo, esa es la actual lógica del sistema económico que prevalece en el mundo interconectando mercados.
Existen 5 áreas que definen el grado de integración económica y son: Los acuerdos comerciales preferenciales, la zona de libre comercio, la unión aduanera, el mercado común y la unión económica.
Los acuerdos comerciales preferenciales tienen barreras arancelarias reducidas entre sus integrantes pero no frente a los demás. La zona de libre comercio pertenece a  la integración económica en donde se han retirado todas las barreras comerciales entre los integrantes. La unión aduanera opera bajo estricta regla de impedir que existan aranceles y armoniza políticas comerciales comunes. El mercado común se diferencia del anterior puesto que se permite el libre movimiento del trabajo y del capital entre las naciones miembros. Y por último, la Unión Económica que incluye políticas fiscales y monetarias comunes de los estados integrantes.
Entonces existen 5 formas de agruparse en torno al comercio internacional, cada una de las cuales adquiere una complejidad mayor conforme avanzan hacia la unión económica desde los acuerdos comerciales preferenciales,  mas una última que expone a las zonas fiscales libres o las zonas económicas libres que atraen la inversión extranjera y permiten el comercio libre de aranceles.
Salvatore propone dos sistemas de integración económica uno de los cuales se conoce como las zonas aduaneras creadoras de comercio y las otras, como contraparte del análisis, las uniones aduaneras desviadoras del comercio. Cada una es entendida en base en el efecto estático del equilibrio parcial, es decir, lo que sucede dentro de una economía cuando los integrantes ganan o pierden (entendiendo esto en precios apreciados o depreciados) producto de su intercambio comercial. El desvío comercial tiende a generar perdidas a terceros países no miembros de la unión aduanera, generando diferencias en el bienestar del resto del mundo.
Por otra parte,  no debemos olvidarnos de la teoría del segundo óptimo la cual está definida por Salvatore como un nodo lógico que dice “si todas las condiciones requeridas para maximizar el bienestar o alcanzar el óptimo de Pareto no pueden ser satisfechas, el tratar de lograr el mayor número posible de estas condiciones no conduce necesariamente a la posición de segundo óptimo.” Lo que nos da a entender es que el entorno comercial es complejo y no buscará una regla lógica para proceder, habrá casos en donde el bienestar crezca o disminuya).
Sí existen condiciones que nos conducen hacia un aumento de bienestar por la creación de comercio y vendrán alteradas si las barreras comerciales previas al acuerdo eran más altas por ejemplo. Pasará también si la unión aduanera compromete a sus productores de bajo costo, quedando los anteriores dentro de la lógica formal de la actividad comercial.
La competencia, como ya se dijo en un principio, es un factor clave para la consecución de objetivos por su capacidad no complementaria sino por los procesos de especialización. Claro que resulta paradójico que unos empiecen con mayor porcentaje de especialización frente a un México obedediendo las máximas de la geopolítica, y creando empleos e industrias de manufacturas justo en los estados fronterizos con el país vecino estadounidense.
La ubicación geográfica trasciende y la cercanía, según Salvatore, puede guiarnos por mejores rutas de comunicación comercial vía marítima o terrestre. Aprovechar esas ventajas deberá aumentar el bienestar adquirido, pero ¿ya pensamos en quien es el dueño de la mayor parte de transportación vía marítima y aérea del TLCAN por ejemplo? Son empresas estadounidenses y la Kansas City Southern canadiense que viaja todo lo ancho de esta zona de libre comercio.
Otro último punto que proporciona Salvatore es el que afirma que el comercio previo entre economías deberá ser preámbulo beneficioso que dará mayores frutos a la hora de unirse para establecer menores tarifas aduaneras[1].
Ahora, cambiando la posición de lo estático a lo dinámico, pasaremos a entender los beneficios cambiantes que incluyen a tres: mayor eficiencia para enfrentar la competencia, estimular el desarrollo con tecnología nueva y reducir costos de producción en beneficio de los consumidores. Los tres tienen puntos en común que nos llevan a ubicar una concepción empresarial y de ventajas comparativas dentro del libre comercio así como la asíntota que promueve reducir costos y bajar los precios.
También menciona el autor que si una economía elimina unilateralmente todas las barreras comerciales entonces todas aquellas minorías afectadas darían problemas al proceso comercial[2]. China aunque ha intentado abrir su comercio de esa forma se ve presionado por el G-7 para que su yuan se valúe en los términos reales y no sea parte de un juego de competencia imperfecta.

En el caso de la Unión Europea, ver todo su desarrollo desde que se crea el Mercado Común Europeo en marzo de 1957 mediante el Tratado de Roma hasta el actual Tratado de Lisboa de 2010 que exige evitar más crisis para una unión económica que dista mucho de parecerse a lo que había sido con sus 6 miembros que le dieron vida en 1958. Hoy 27 miembros lo componen y las Convenciones como la de Lomé de 1975 acercaron a esta zona hacia la liberalización del comercio internacional frente a competidores de alto nivel como China o los Estados Unidos.


[1] Dominik Salvatore. “Integración Económica: Uniones Aduaneras y Zonas de Libre Comercio.”Economía Internacional. No. 11, México DF (Enero de 1999)
[2] Ibid. P. 307

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