Factores de las Relaciones Internacionales

Introducción

Para recuperar un buen argumento dicen, siempre se debe comenzar por encontrar un equipo de autores que hayan dirigido sus estudios en la misma ruta que la tuya, considerando la mínima y casi nula educación en la materia de su servidor. Un equipo bien armado de bibliografía de alta calidad y relevancia. Dentro del convenio con la UNAM  en materia de bases de datos, encontré un ciento de publicaciones paralelas al fin de este texto: el estudio de los factores en el análisis de las Relaciones Internacionales, ¿aún funciona?

Desarrollo

El primer journal que abrí me presentó a una parte mínima pero no menos importante del equipo de los que creen y consideran determinantes a los factores de las relaciones internacionales. Se trata de Anette Baker Fox, presentando sus hipótesis y argumentos desde los setentas con publicaciones como “The Politics of Attraction: Four Middle Powers and the United States” en la que presenta los “factores importantes” para las relaciones entre los Estados desiguales. Al igual que Robert Keohane y Joseph Nye, trabajó sobre el actor “Canadá” para evidenciar  factores como “el efecto de distancia”, “los canales de comunicación”, asi como el spill-over, entre otros.[1]


Pereira nos ubica en el contexto de la investigación actual citando a Marcel Merle, Raymond Aron, : “ Si seguimos la clasificación clásica elaborada por el profesor Marcel Merle, algunos de estos factores considerados serían los siguientes: el espacio, la riqueza, el crecimiento, la demografía, las migraciones, la identidad nacional, el progreso técnico, las ideologías, las creencias, las desigualdades, y las identidades culturales.” [2]

Propone una lista de efectos de estos factores condicionantes:
1.      El cambio de la realidad internacional.
2.      El avance de las ciencias sociales.
3.      El modelo que da marco y guía el estudio de las Relaciones Internacionales
4.      La consideración de los distintos actores y de los intereses que los mueven en el ámbito internacional.

¿Pero qué sucede cuando los actores de las Relaciones Internacionales se apropian de los factores ya mencionados como el espacio y los flujos económicos que causan las crisis?
Raymond Aron señala con lo anterior que toda situación conflictiva reenvía al número, al espacio, a los recursos, a los regímenes (militar, económico, político) y a su vez, estos elementos constituyen las bazas de los conflictos entre los Estados. Inclusive en una búsqueda rápida encontré que para la Teoría Ofensa-Defensa en las Relaciones Internacionales (Offense Deffense Balance Theory) los factores son cuna-base del movimiento en la probabilidad de la Guerra y la crisis, aumentando las operaciones ofensivas o reduciendo costos.[3]

Todo esto se traduce en lo que vemos en el día a día en la realidad internacional. Un cambio constante de los actores y también de los factores, ¿o deberíamos llamarlos “propiedades condicionantes de los actores” como Merle?

El análisis de los factores en las RRII viene implícitamente con visiones como ladel determinismo que muchos autores se atreven desde los sesentas o quizá desde antes a descartarla o abordarla de diferente manera. Existe la visión de MacIntyre que posiciona al determinismo como ese elemento que  no es ajeno a novelas como 1984 donde se controla nuestra vida en una sola dirección, pero que había nacido con el fin de causa-efecto para la medicina, para las nuevas invenciones, es decir, para mantener la inversión en cada uno de esos proyectos de las ciencias naturales. Sin embargo, cuando se abordan las ciencias sociales el problema es la responsabilidad de utilizar el determinismo con un toque de moral.
En todo caso si queremos seguir utilizando  un análisis de factores en las RRII entonces ese enfoque determinista deberá cambiar o ser sustituido por uno más flexible y adecuado a la dinámica versátil de la realidad internacional. Creo que el problema de que se sigan analizando los factores obedece a una responsabilidad humana y moral como lo plantea MacIntyre. Mientras los actores se desenvuelven en una sociedad de mercado de tipo capitalista, las mutaciones y cambios entre ellos son cada vez más rápidos e impredecibles. Los Estados que detentan el poder, analizándolo desde una perspectiva realista, serán los que acomoden los factores en el mundo de las relaciones internacionales. Entonces hablaríamos de un nivel secundario para las mismas dado que son los actores los encargados de adecuar las recetas condicionantes que necesitan del mundo para hacer sostenible su poder. Así entonces cuando los Estados Unidos quiera detener la migración de México hacia el interior de su país, se encargará de repartir la culpa al factor del narcotráfico en suelo mexicano o verterá factores geoestratégicos nuevos en materia jurídica, económica, entre otras. Esto provocará un spillover sobre materias de inversión en el país, reducirá el flujo de turistas internacionales, provocará cambios que fueron premeditados desde la sala Oval.

Otra pregunta: ¿los factores no son los creadores de los actores de las relaciones internacionales? ¿Por qué entonces desaparecer a los factores?

El juego o escenario de las RRII es un sitio determinado geográfico, sucede entre actores conocidos como Estados, empresas transnacionales, OIG’s, ONG’s, y demás dependiendo de si incluimos los trabajos de Keohane y Nye. Daniel Collard lo reconoce como factor geográfico. También encontramos en su trabajo factores como el climático, demográfico, económico, jurídico, y el del Hombre de Estado. Todos los anteriores aparecieron no de la nada en el juego internacional y si bien algunos atienden propiamente al planeta que habitamos ni siquiera estamos cerca de conocer sus cambios como el cambio climático, esto porque la edad promedio de la tierra y de un ser humano no es equiparable y falta mucho por investigar para aproximar. Quizá el factor geográfico cumpla con ciertas características que dejan el camino abierto al determinismo pero la actualidad demanda situaciones distintas. Mientras nuestro planeta gira alrededor del sol entre el perihelio y el afelio la situación del magnetismo que sirve de repelente a las radiaciones solares se comporta de alguna manera pero ante ese efecto de nutación de Bradley no sabemos si la evolución histórica de la Tierra convierta a los polos en mares y al Ecuador en un glaciar. Mientras los seres humanos nacimos bajo factores determinados (podríamos remitirnos al inicio del todo, cosa un tanto difícil aun)  después nos convertimos en manipuladores de la realidad para lograr fines específicos. Quién ganará en la lucha contra el Cambio Climático? Las empresas trasnacionales de “green productivity”, los inversionistas de dichas empresas, la industria automotriz de motores de hidrógeno, la industria eléctrica solar o nuclear? Son los actores quienes aprovechan los factores en el momento de estudio.

Si los factores merecen tener un lugar en las RRII, deben ayudarnos como instrumentos de prospectiva eficaces y realistas. Tenemos que establecer definitivamente quiénes son los jugadores participantes y definir el escenario donde actuarán.

Conclusión

El mundo avanza, los indicadores económicos de desarrollo retroceden, un mexicano de apellido Slim tiene más dinero que todos los países de la OCDE y los teóricos de las relaciones internacionales luchan por incluirlo en la lista de actores de la sociedad internacional. El mismo debate surge también para determinar si la posición geográfica de India la convierte en factor predominante de poder en las RRII. El término factor nos suena a receta, a determinismo, a viejos manuales premeditados y sin apego a la realidad internacional actual. Sirvió para fundamentar la inversión en nuevos inventos, en salvar vidas, en educar a la sociedad sobre una misma directriz, pero el trabajo del internacionalista es la prospectiva en temas diversos y los factores pierden su solidez por la virtualización y multiplicación de los individuos, pero llegará el momento, aunque suene esto muy al estilo Asimov-idealista, que seremos un solo Estado y las nuevas reformas al estudio internacional serán de carácter intergaláctico y cambiaran los actores y cambiarán los factores para fundamentar sendos negocios milenarios de la “salvación de los humanos” en algún resort de otro planeta. La pregunta de los teóricos internacionalistas es hoy y debe ser: ¿A quienes les damos camiseta de participación en el poder?

Bibliografía y Hemerografía
1.      A. C. MacIntyre. Determinism. Source: Mind, New Series, Vol. 66, No. 261 (Jan., 1957), pp. 28-41Published by: Oxford University Press on behalf of the Mind AssociationStable URL: http://www.jstor.org/stable/2251366
2.      Juan Carlos Pereira. Diccionario de Relaciones Internacionales y Política Exterior. Ariel Ciencia Política Series, Editorial Ariel, 2008, ISBN 8434418290, 9788434418295, 1005 Pgs.
3.        Yoav Gortzak, Yoram Z. Haftel, Kevin Sweeney. Offense-Defense Theory: An Empirical Assessment. The Journal of Conflict Resolution. Vol. 49, No. 1 (Feb., 2005), pp. 67-89 Published by: Sage Publications, Inc.
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/30045099
4.        Smyth, Elizabeth. International Relations Theory and the Study of Canadian-American Relations. eSource: Canadian Journal of Political Science / Revue canadienne de science politique, Vol. 13,No. 1 (Mar., 1980), pp. 121-147


[1] Smyth, Elizabeth. International Relations Theory and the Study of Canadian-American Relations. eSource: Canadian Journal of Political Science / Revue canadienne de science politique, Vol. 13,No. 1 (Mar., 1980), pp. 121-147
[2] Juan Carlos Pereira. Diccionario de Relaciones Internacionales y Política Exterior. Ariel Ciencia Política Series, Editorial Ariel, 2008, ISBN 8434418290, 9788434418295, 1005 Pgs.
[3] Yoav Gortzak, Yoram Z. Haftel, Kevin Sweeney. Offense-Defense Theory: An Empirical Assessment. The Journal of Conflict Resolution. Vol. 49, No. 1 (Feb., 2005), pp. 67-89 Published by: Sage Publications, Inc.
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/30045099

[4]  A. C. MacIntyre. Determinism. Source: Mind, New Series, Vol. 66, No. 261 (Jan., 1957), pp. 28-41Published by: Oxford University Press on behalf of the Mind AssociationStable URL: http://www.jstor.org/stable/2251366

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