El protocolo en la UNAM se extingue? Momento, hagamos las cosas bien.

Se han cometido errores graves en mi Universidad en materia de protocolo. Precavidos en la necesidad de atender a gente de todo el mundo que viene a expresar sus ideas ante nosotros, existen, entre los feudos (sin esquemas peyorativos) de cada licenciatura en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, los estudiantes de Relaciones Internacionales, a los que se nos enseña a acomodar una bandera institucional a la derecha y las otras dos de los países que atienden una reunión del lado izquierdo, con un ligero paso adelante del país visitante. Protocolo en sí. También el acomodo de los asientos de los presentadores, moderador, haciendo funcional el hecho de que una mesa exista tanto para acomodar un vaso de agua así como de las personas encargadas de servirla. 

Pero la gravedad nunca afectará al fin último que es hacer las cosas correctamente la próxima vez.

 Se persiguen objetivos internos de calidad y se debe trabajar en ellos, no solo pensando en el ranking que mantenemos en Iberoamérica sino en todo el mundo. Siguen cruzando personalidades de toda índole, académicos, músicos, actores y políticos, sin el afán de jerarquizar a los anteriores. Tuve una experiencia non grata al ver como se secuestró la calidad y la imagen de la UNAM, no por error del director de nuestra Facultad, pero si de la gente que le ayudó a organizar el evento. La logística no debe ser considerada poca cosa, siempre generará un sentido de responsabilidad y presencia de la organización que apoya y será bien vista por los visitantes extranjeros.

Para la siguiente conferencia con una personalidad como el presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz, debemos pensar en cada detalle. Traducción del moderador al ponente y viceversa, mesas funcionales, la cantidad de preguntas finita en un número fijo, el seguimiento preciso del horario señalado para la conferencia, la capacidad del grupo de logística para llevar las preguntas, servir un vaso de agua, todo lo que se refiere a ser funcionales, eficientes y estratégicos.

Es crítica constructiva, y alguien tenía que escribir acerca de ello. Seamos orgullosamente azul y oro sin olvidar que la forma impacta en el fondo. McLuhan diría: El medio es el mensaje.





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