El Termómetro de Uranio.

Sobre Los diplomáticos de la Era Digital.

Más información no es sinónimo de calidad. Alfabetización mediática y utilidad.

Dice Martha Cecilia Amero Coutigno y María Victoria Romero Caballero en "Los diplomáticos de la Era Digital" que Las naciones mejor informadas son las que tie­nen las mejores oportunidades de progreso y de bienestar equi­tativo de sus habitantes. Esta declaración tiene su parte polémica. Mientras avanzamos releyéndola encontramos dos contradicciones juntas: mejor informadas y mejores oportunidades. El lastre subjetivo llamaría a la lógica para pensar que entre más información mejores oportunidades y eso no es del todo cierto. Son en muchos casos polos opuestos.

La información no es sinónimo de educación sino a veces, todo lo contrario. El nivel del individuo alfabetizado para hacer frente al desastre mediático tiene que evaluarse ante la subjetividad de entender el mundo de las tecnologías como un mundo mejor para todos. Yo no estoy en contra de la evolución tecnológica, la ubicuidad útil es una de las mejores herramientas en la actualidad, pero si de llevar a cabo políticas públicas educativas para la población adoctrinada por el shock como dice Naomi Klein y triturada por el molino satánico al que aludía Karl Polanyi para ejemplificar la metáfora actual del ser humano con sus pares.

Cambia el mundo, cambia nuestro entorno y cambia nuestro cerebro a medida que profundizamos en el desarrollo e invención de nuevas tecnologías. Pero se nos olvida que igual que cuando Gutenberg trajo el libro a las manos del individuo en el Sacro Imperio Romano Germánico y más allá, debió cambiar el modo de vida del mismo para siempre preparándolo para tener conciencia propia y una individualización del pensamiento. Pregunto, ¿No será que la mayor información que ahora tenemos en nuestros móviles nos regresa al tiempo pre-Gutenberg del medievo donde a todos se les dirigía colectivamente lo que debían saber? Para que eso no suceda, la alfabetización mediática es urgente en todo el mundo y en todos los niveles educativos, antes que la bomba de información vuelva inútiles a muchos y los neutralice como magneto eléctrico.