Oxímoron

El Oxímoron debería ser considerado patrimonio cultural de la humanidad (no habría encapuchado o ser humano capaz de eliminarlo a palazos, esa es una ventaja!), habría que hacer un evento en muchos países para festejar éste recurso retórico ampliamente utilizado en el ámbito romántico e irónico, quizá se aprovecharía la ocasión para reunir a los intelectuales o pseudo-intelectuales, hipsters, taqueros (alguien debe alimentar las millones de sonrisas provocadas) y nerds del mundo entre muchos otros que seguro el lector ya está invitando en su mente.


El ingreso per sé de estos eventos (se cobraría a la entrada una cuota de recuperación por supuesto) se destinaría para tratar de erradicar el pleonasmo, contrario al oxímoron y enemigo de la alfabetización del ser humano. En la campaña de erradicación del antónimo concepto, muchos líderes de opinión podrían patentar ante el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) sus grandes metidas de pata y convertirse en embajadores de la no way please movement.

A la par de estas gestiones y movimientos muchas figuras retóricas como la hipérbole, la metáfora, la analogía entre otras, buscarían su posición política por fuera de los escritos de mentes excelsas (poetas, músicos y escritores provocativos) para conseguirse el mismo título de patrimonio cultural de la humanidad argumentando a su favor el amplio apoyo a la extraterritorialidad del ser vivo en sus limitantes materiales y espaciales. No habría motivo de veto a todo ese efecto positivo que estas figuras literarias han hecho por y para la misma humanidad.